sábado, 21 de noviembre de 2009

AMOR

XIV


Amor, quiero habitar en tu cintura,
que el sueño me sorprenda en tu almohada,
que subamos al cielo en la alborada
y unidos despertar en la aventura.

Adoro de tus manos la dulzura,
adoro de tus ojos la mirada
y adoro tu caricia enamorada
que me acerca en un soplo a la locura.

Son tus ojos mi calma y mi remanso,
tu boca mi aderezo y mi brebaje
la fuente en la que bebo cada día.

Tus brazos mi letargo y mi descanso
mi consuelo, mi abrigo, mi hospedaje,
tu risa mi sosiego y mi armonía.

De (De roca y yerbabuena)



domingo, 8 de noviembre de 2009

SU MEJILLA FRÍA

A mi madre, in memoriam

XIII


Vencida flor de su mejilla fría,
efluvios del espliego y los jazmines
diáfana fuente, arroyos cantarines,
vida que por sus cauces se perdía.

Anhelos que profana la agonía,
lívido crisantemo, albos jardines,
atenuando el color entre maitines
como restándole la luz al día.

Agotada, buscando su retiro
en su dolor, las fuerzas ya vencidas
enfrentada a la muerte pretenciosa.

En sus labios el último suspiro
al caer de sus manos doloridas
el pétalo marchito de una rosa.


De (De roca y yerbabuena)

DE FLOR EN FLOR

XI


Bebiendo vas del néctar prohibido,
henchido, desplegando hermosas alas,
de flor en flor tu seducción regalas,
repartes polen siempre desprendido.

La savia gozas fiel a lo elegido,
te ufanas que aventuras acaudalas,
siempre dispuesto a disparar tus balas
sin importarte quien quedara herido.

Pero llegó ese día crudo y triste
en el que el tiempo te dejó vencido
llorando todo aquello que perdiste.

Hoy, tu fuerza agotada te reclama,
lo que ayer fue huracán enardecido,
ya solo es calmo viento el que te llama.


De (De roca y yerbabuena)

lunes, 2 de noviembre de 2009

LA GOLONDRINA

X


Te encaprichaste de una golondrina
y quisiste prenderla entre tus manos,
¡pobres esfuerzos, fútiles y vanos!
Te burló en escapada repentina.

Tu boca le ofreció una golosina
con fines y propósitos insanos,
y sajando tus labios soberanos
bebiste de tu propia medicina.

Aspirabas con mimos apresarla,
y al ver que doblegarla no podías,
probaste por la fuerza aprisionarla.

Dolorida y asustada cayó al suelo,
y abrió sus alas levantando el vuelo
cuando pensabas que la poseías.

ERMITA DEL ROCÍO

IX


Quise volver a acariciar tus muros
y revivir escenas de mi infancia
para evocar tu esencia y tu fragancia
guié hacia ti mis pasos inseguros.

Quise borrar afanes inmaduros
para salvar del tiempo y la distancia
ese olvido que frente a mi ignorancia
símbolo fue de mis caminos duros.

a ti llegué cansada y dolorida
Ermita del Rocío, mi baluarte,
recorrí mil caminos por tocarte.

y estremeciéndome sobrecogida
te rocé con la punta de mis dedos
dejando atrás mis culpas y mis miedos.


De (De roca y yerbabuena)