Aunque todo se nuble alrededor
y los miedos fragmenten los acentos
de la felicidad, y los lamentos
enciendan las cenizas del dolor,
y aunque pierdan los astros su fulgor
y de la tierra tiemblen los cimientos
y todo sea yerro y sufrimientos
siempre arderán las llamas de mi amor.
Regresarán los días olvidados
y sin buscar censuras ni culpables
olvidaremos llanto y desvarío.
Los recuerdos serán glorificados
y quedarán las huellas imborrables
de tu cuerpo fundido con el mío.