Este duro tormento que carcome,
este acíbar amargo que envenena
que sin control me hunde y
me condena
y que hace que mi vida se
desplome.
Este duro tormento que
pasea
ávido por los huecos de mi
piel
esculpiendo a martillo y a
cincel
esta ansia que con rabia
me golpea.
Sin tener el calor de tus
abrazos
ni el ímpetu latido de tu
ardor
que atroz punzada en mis
entrañas siento.
Tengo mi corazón hecho
pedazos
muriendo lentamente por tu
amor.
¡Ay, qué cruel y que duro
es mi tormento!