VI
Pareciendo tan libre como el viento
te encerraste en tu mundo de repente,
ya tu existencia te era indiferente
fraguándote una vida de aislamiento.
Años de letanía y sufrimiento,
historias enclaustradas en tu mente
naturaleza errante, diferente,
buscabas tu verdad en un lamento.
El vuelo levantaste hermano mío,
buscando al Dios que tanto le rezaste
te marchaste con rumbo a lo absoluto
dejando en mi universo un gran vacío,
y un trozo de mi vida te llevaste
sumiéndome en tristeza en un minuto.
De (De roca y yerbabuena)
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