Me dices que me quieres con locura
que para ti soy reina coronada
y que soy noble rosa inmaculada
plena de encanto y plena de ternura.
Y piensas que me tienes tan segura
que pides todo sin que ofrezcas nada
y sumisa me quieres y entregada
sin que pierda jamás la compostura.
Pero ya me cansé de ser la buena
la que aguante de la otra los perfumes
la que viva pendiente de la puerta.
Ya no quiero tu boca que envenena
ni ser la rosa de la que presumes
para ti desde ahora ya estoy muerta.