Vagando Por la calle, en mi ciudad,
me topé con los ojos de un chiquillo
una mano metida en un bolsillo
y la otra suplicando caridad.
Señor, señora, tengan la bondad,
falta de todo en nuestra humilde mesa
y a mi madre le hice la promesa
que comería en esta navidad.
Abrí el bolso y le di por compasión
tres miserables euros solamente,
¡cuánto reproche mientras los tomaba!
La culpa laceró mi corazón,
al ver cómo el chiquillo se alejaba
contando las monedas tristemente.
Enhorabuena por este blog Rosario. Y luego todo lo que yo pueda decir de tu obra se quedaría corto, ya que eres una gran escritora con un elevadísimo nivel literario.
ResponderEliminarEHDT.
Te había contestado en mi blog. Pero me reitero es un placer haberte conocido, compartimos gustos,y me encantaría que esta amistad perdurase. Un saludo.
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